Hasta finales de 2019 todo marchaba perfectamente, las condiciones del santuario no podían estar mejor. Macaw Lodge recibía suficientes turistas que sostenían la reserva privada y a sus trabajadores. Makau Kakau, se posesionaba en el mercado costarricense e iniciaba con pequeñas exportaciones a Estados Unidos y Suiza. La organización estaba en un punto de madurez tal, que se propone extender los esfuerzos de conservación y producción sostenible, fuera de las fronteras del Santuario Macao.
Conscientes de los problemas socio-ambientales que aún se suscitan en el corredor biológico donde nos situamos espacialmente, fundamos el “Centro para la Restauración de la Biodiversidad – CBR”. Cuya misión es promover y restaurar la diversidad biológica, los ecosistemas saludables y el bienestar de las comunidades, apuntando a un futuro sostenible con una economía socialmente justa.
Pero nadie se esperaba las vicisitudes que debíamos afrontar unos meses después. La pandemia del COVID-19 colapsa la economía mundial y Costa Rica es uno de los países más afectados, debido a que sus principales ingresos provienen del turismo. Las fronteras cerradas y los turistas con las reservas canceladas, amenazan la sostenibilidad del Santuario Macao. Macaw Lodge se ve obligado a cerrar sus puertas temporalmente y las ventas de chocolate de Macaw Kakau se reducen drásticamente, puesto que los turistas representaban su principal mercado.
A pesar de las dificultades que nos ha tocado enfrentar en estos últimos años, nuestro resiliente santuario ecológico, hoy sigue impulsado por la sonrisa de la gente que pone el hombro en cada saco de cacao cosechado. Los indicadores ambientales de la reserva continúan mejorando, a principios de 2020 por primera vez registramos un puma en nuestra finca. Todo esto nos inspira a seguir luchando en esta tarea sin fin… “Vamos para adelante” como diría Pablo Gordienko, nuestro fundador.