Nuestra Historia

En los años ochenta, dos soñadores; los hermanos Pablo y Andrei Gordienko compran la tierra que unos años después, vendría a ser el Santuario Macao. Por entonces el paisaje lucía muy diferente a lo que hoy puede apreciarse. El bosque era quemado anualmente para extender los pastizales, que ya dominaban el panorama, dejando un bosque fragmentado y suelos compactados, erosionados y pobres en nutrientes.

El territorio deteriorado hasta entonces, requería de un cambio trascendental, los bosques necesitaban ser recuperados y los suelos regenerados. De esta manera se inicia con la reserva forestal plantando cientos de miles de árboles, principalmente especies maderables como la teca (Tectona grandis) y la melina (Gmelina arborea), que dos décadas después servirían para la construcción de Macaw Lodge. Todas las actividades desarrolladas en el territorio son inclusivas con los pobladores locales, por lo que el empleo se va incrementando en las comunidades.

En el afán de seguir mejorando la calidad del ecosistema y de generar mayores fuentes de empleo, se instauran las primeras plantaciones agroforestales, produciendo alimentos y a la vez restaurando la diversidad vegetal y animal. El producto principal de este sistema agrícola amigable con el medio ambiente, vendría a ser el cacao, materia prima para los futuros chocolates Macaw Kakau.

El Santuario Macao va evolucionando, resultado de su propio éxito. Inicia la década de crecimiento y expansión de nuestros horizontes. Todos los esfuerzos anteriores de casi tres décadas de trabajo, conducen a seguir incrementando las opciones de producción e ingresos económicos, a través del ecoturismo y la fabricación de un producto con valor agregado: los chocolates de Macaw Kakau.

Hasta finales de 2019 todo marchaba perfectamente, las condiciones del santuario no podían estar mejor. Macaw Lodge recibía suficientes turistas que sostenían la reserva privada y a sus trabajadores. Makau Kakau, se posesionaba en el mercado costarricense e iniciaba con pequeñas exportaciones a Estados Unidos y Suiza. La organización estaba en un punto de madurez tal, que se propone extender los esfuerzos de conservación y producción sostenible, fuera de las fronteras del Santuario Macao.

Conscientes de los problemas socio-ambientales que aún se suscitan en el corredor biológico donde nos situamos espacialmente, fundamos el “Centro para la Restauración de la Biodiversidad – CBR”. Cuya misión es promover y restaurar la diversidad biológica, los ecosistemas saludables y el bienestar de las comunidades, apuntando a un futuro sostenible con una economía socialmente justa.